Ya cerca del Mundial, se vuelve a hablar sobre el problema de los vómitos de Messi. Si bien se ha realizado varios estudios, nada que lo justifique se ha encontrado en el examen médico y de laboratorio.
Sin embargo, a mi entender, tendría también que pensarse, si esta sintomatología está relacionada a la parte psicológica del jugador. Estaríamos hablando de posibles síntomas psicosomáticos. Las enfermedades psicosomáticas son producidas por factores psicológicos: un trastorno, que al no presentar en su base una lesión orgánica, se dispara generando la disfunción de un órgano.
El cuerpo humano es una combinación de funciones, en continua sincronización entre lo físico y lo psíquico. Se moviliza con gran cantidad de energía, que necesita ser debidamente descargada, para mantener un equilibrio perfecto y silencioso. Cuando esta homeostasis se altera, esa energía, se libera por otros canales, como ser: el organismo. Es decir, un inadecuado procesamiento psíquico, rompe el equilibrio necesario, bloqueando los ritmos biológicos, y la coordinación motriz, obstaculizando de diferentes formas la eficacia deportiva.
Si influyen en la musculatura, se producen calambres de origen nervioso, si influyen en el aparato digestivo, vómitos. También puede hablarse de dolores abdominales,palpitaciones, parálisis, pérdida de la sensibilidad en miembros, dolores de estómago o cansancios inesperados, particularmente en momentos claves del partido. Es cuando decimos, que “el cuerpo habla”. Todo lo no dicho, es hablado por el organismo, y es necesario escuchar esos mensajes, ante que el cuerpo explote.
Se origina ante situaciones de estrés, de presión. Los vómitos de Lionel, podrían presentarse ante un cuadro de ansiedad desmesurada ante la posibilidad de ‘hacerlo mal’ o ‘rendir menos’. Tener que estar siempre sosteniendo esa situación, en ser “el mejor”, genera tensión, miedo, preocupación por mantener su posición, o culpa, por no cumplir con las expectativas puestas sobre sus hombros. Este proceso interno, al no poder ser elaborado, significado y puesto en palabras, junto a un psicólogo, genera este tipo de enfermedades físicas y psicológicas, entre los cuales están los vómitos.
Se origina ante situaciones de estrés, de presión. Los vómitos de Lionel, podrían presentarse ante un cuadro de ansiedad desmesurada ante la posibilidad de ‘hacerlo mal’ o ‘rendir menos’. Tener que estar siempre sosteniendo esa situación, en ser “el mejor”, genera tensión, miedo, preocupación por mantener su posición, o culpa, por no cumplir con las expectativas puestas sobre sus hombros. Este proceso interno, al no poder ser elaborado, significado y puesto en palabras, junto a un psicólogo, genera este tipo de enfermedades físicas y psicológicas, entre los cuales están los vómitos.
En los equipos colectivos, estos síntomas, pueden pasar inadvertidos, pidiendo cambio de jugador, pero Messi, no es un jugador para cambios, lo han entronizado en un lugar difícil de cambiar, y desde esa posición debe jugar y rendir, cumpliendo el rol, y la función que le fue otorgada.
En todo deporte, ser el mejor jugador, como el peor, produce mucha presión. Messi está siendo continuamente exigido a dar lo mejor de él, a hacer goles, a producir ese número que marca la diferencia entre ganar y perder.
La mejor manera de prevenir estos trastornos, es reduciendo la cantidad de energía acumulada, por medio de la simbolización, de la palabra, de la representación verbal, con un profesional, donde el psicólogo pueda transformar ese contenido. Se le debe enseñar al jugador a “hablar”, y a “aprender” a oír los primeros síntomas del cuerpo antes de que el cuerpo grite.
Lic Julia Alvarez Iguña
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