El fin de semana pasada pudimos ver partidos de lujo en las semifinales del Súper rugby.
Como mujer no puedo centrarme en las especialidades técnicas y estratégicas que seguramente utilizaron estos equipos, pero como psicóloga, puedo hacer un comentario acerca de lo observado y disfrutado. Fueron partidos donde la presión fue muy bien manejada, sin ninguna observación negativa, al contrario era constatar continuamente todas las habilidades psicológicas desplegadas en acción.
Desde la psicología solemos ver el partido desde una perspectiva mental: cómo está tal jugador a la hora de una conversión, la manera de caminar o correr en la cancha, si se repiten las rutinas, los momentos de indecisión, cómo reacciona después de un error o después de una buena jugada, como es la recuperación de aire, estados de ansiedad o desmotivación, manejo de la agresividad y recuperación, comunicación grupal y con el réferi, manejo de presiones, nivel y mantenimiento de la activación, etc.
Así como en la medicina hay distintas especialidades que se focalizan en el funcionamiento de determinado órgano en relación al organismo, nosotros nos focalizamos en cómo se manifiesta la conducta en relación al estado psicológico de un jugador o de un equipo, y cómo ésta influencia es en su rendimiento. De acuerdo a este aspecto, cuando evaluamos un juego, el resultado usualmente depende de quién tiene el equilibrio psicológico a su favor.
Los cuatro partidos demostraron confianza en el juego y claridad mental en las jugadas, logrando sobresalir, a mi manera de ver por estos hombres: Quade Cooper, una apertura que inspira respeto y que tiene capacidad para que las cosas sucedan, Rod Davis que sobresalió por su inteligencia y rapidez de lectura de juego y Dan Carter, uno de las mejores aperturas. Afirmó su excelencia en el manejo del balón, visión y estrategia de juego, como asimismo por sus kicks tácticos y su certeza a la hora de "tirar a los palos".
Más allá de la rapidez con que se desplegó el juego, la confianza y la tranquilidad fueron dos elementos presentes en el partido. Ante cada jugada sobresalió un permanente apoyo de equipo manteniendo la continuidad y ejerciendo presión sobre el oponente.
El rugby es un juego continuo, abierto y dinámico que necesita precisión de conceptos y claridad mental en la toma de decisiones, esto es tener la cabeza abierta, ser intuitivo y hacer que las cosas sucedan.
Debido al alto grado de rendimiento hoy en día los movimientos son muy rápidos y los jugadores deben reaccionar de la misma manera, no teniendo mucho tiempo para el pensamiento racional siendo reemplazado por el intuitivo. Es por eso que se debe poseer una mente clara enfocada en el problema ya que es muy estrecho el segmento de tiempo para poder pensar en la justa elección. Bastó mirar los partidos para darnos cuenta de la velocidad en que se desarrolló el juego donde siempre había un jugador que superaba a los demás porque era capaz de leer, arriesgar y salir victorioso.
Una decisión es el resultado final de un proceso mental y cognitivo (lo que veo y pienso). Es una elección entre distintas alternativas como modo de resolver las instancias de juego que se presentan, y saber qué hacer en cada momento. Estas cualidades son las que diferencian a un buen deportista de un excelente deportista. La confianza en realizar jugadas individuales en partidos de semejante trascendencia, demuestra que no todo pasa por el “poderío” físico, sino que interviene en gran escala el “poderío” mental.
Más allá de lo entrenado y practicado, las situaciones de juego cambian constantemente. De ahí la justa evaluación a llevar a cabo: si se abre la secuencia, si se canta otra jugada, si no se obtiene el apoyo esperado, si se intercepta o se pasa la pelota, etc. Junto con la voluntad, el esfuerzo y el sacrificio sobresale un alto porcentaje de dominio emocional, ya que en momentos claves pueden jugar en contra. Cuando el pensamiento está ocupado con la duda falla la certeza. Hay muchos deportistas que a la hora de decidir dan un paso atrás, ya que es más cómodo abstenerse y delegar la responsabilidad en otro. Muchas veces la falta de decisión lleva a equipos a la inhibición dejando campo libre al rival o temen equivocarse y eso es lo que les impide avanzar.
La toma de decisiones implica poder ocultar tus intenciones ya sea en la manera de pararte, de mirar al rival, de tu contrapaso. Deben ser rápidas y precisas ya que ante conductas rígidas y monótonas das pie al adversario a que lea de antemano tu acción.
Otras situación que sobresalió en una llamada de atención, fue la manera y el tono tranquilo y respetuoso utilizado por el réferi al capitán de los Blues, en como de la misma manera Keven Mealamu se dirigió a sus compañeros, y en la calma que les hablaba llamando la atención ante posibles faltas.
Dan Carter, ¡qué podemos decir de este grande! Me impresionó la capacidad de recuperación ante una conversión, el poder cortar la jugada anterior y centrarse en la presente más allá del resultado anterior. Esto es muy difícil de hacer ya que la energía del cuerpo, luego de tan rápidas jugadas se encuentra muy acelerado. Para jugadas más precisas como una conversión, se necesita cambiar abruptamente el foco atencional de amplio a estrecho. Bien venimos diciendo que para una buena atención necesitamos una mente clara y un cuerpo rejalado, de ahí la gran inspiración de aire que realizan muchos jugadores como Carter para ayudar al descenso cardiaco-respiratorio. Este método se llama exhalación explosiva y ayuda a relajarse al inhalar una gran cantidad de oxigeno. Esta técnica es las que también utilizan los profesionales de tenis para calmarse y recuperar la energía necesaria entre sets. El ritmo circulatorio sube en el partido y decae más de 20 latidos entre puntos, y ellos saben cómo hacerlo porque forma parte de su entrenamiento. Se tarda entre 10 a 20’ en bajar el ritmo cardio-respiratorio y muscular.
Único comentario: falló una conversión, pero se vio claramente que su rutina no fue la misma que realiza siempre. Fue más rápida la ejecución y la focalización de su mirada no fue igual que cuando visualiza la comba y la trayectoria de la pelota. En este penal eso falló.
Australianos y neozelandeses definirán el título en la final este sábado. Gran partido para mirar y disfrutar. Aprendan también a observar un partido desde este enfoque. Les va a servir mucho y aprenderán de como los grandes juegan y sobre llevan las presiones de alta competencia.
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