Julia Alvarez Iguña

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Lic Julia Alvarez Iguña

Vida Cotidiana

Psicología on Line

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Psicología aplicada al Golf

Las presiones externas de los Pumas


Históricamente la competencia jugó un rol importante en la evolución del deporte. La competencia demuestra lo mejor de cada jugador, sus habilidades como así también sus debilidades y limitaciones.

En este nuevo torneo, muchas presiones externas tiene que sobrellevar el equipo, entre ellas el hecho de que todas las miradas de un país estén posadas sobre ellos. Este es un factor que juega en contra. No sólo existe la presión de ganar, sino también la presión de no defraudar; tensión que no sólo comienza con el primer silbato, sino ya antes de salir a la cancha, ya que el jugador se siente desbordado por distintos conflictos opresores. Sabemos que “presión” es el desequilibrio existente entre las demandas externas, y las respuestas internas que el sujeto puede dar en ese momento particular. Significa exigirle al jugador más de lo que puede dar, pero ¿para quién?  Para el país, para su equipo, por el resultado, por finalizar dentro del estándar permitidos por ellos mismos.

Se podría establecer cuáles son las metas de este nuevo campeonato. ¿Cómo podemos afirmar si un equipo fracasa o no? Eso lo definirá el cumplimento de objetivos. Se pueden tener varios. Salir primero, buscar una posición, o mejorar el trabajo individual y grupal entre otros. Todos quieren ganar, pero solo uno lo hará. Los rivales son difíciles y para mantener la motivación y seguridad de equipo es bueno establecer otro objetivo secundario.

Recuerdo una vez entrenando un equipo y bajo presión, se había establecido como meta solamente pensar en hacer tres tries. Esto se cumplió y la sensación vivida fue como si se hubiera ganado el partido. Este establecimiento de metas, se relaciona con los ideales. Durante este proceso, la persona va accediendo a estados más complejos y "mejores" que los anteriores, con la certeza de que pueden cumplir , y que se puede ir por más. En este caso se desplaza el pensamiento del resultado por otro, en este caso los tries. Al dejar de lado los números, se juega más tranquilo, y por decantación el resultado viene solo.

En este nuevo desafío entrarán en juego, no solo las habilidades técnicas, físicas y tácticas, tantas veces practicadas, sino también la capacidad de afrontación ante las dificultades que se presenten. Es en este aspecto es donde sobresaldrá el aspecto mental y emocional de cada equipo. Ante la mínima falta, lo relevante será cómo se reacciona, se enfrenta y se tolera. En un partido, continuamente se va alternando por distintas situaciones, de una vivencia de poder a una de impotencia, de triunfo a fracaso, de ataque a defensa, de éxito a derrota, de estar arriba a estar abajo. La presión va continuamente cambiando de lugar. Cuando un país espera mucho de su equipo, cuando se decae ante los primeros resultados, esto lo perciben los jugadores generando un efecto inhibitorio donde el foco de atención se encuentra dividido entre el exterior y el juego, entre lo que “quieren” por lo que “deben”.
Se deben deponer los sentimientos y las emociones para otro momento. A la cancha no se sale a hacer catarsis, ni a demostrar quién es el mejor, ni a “jugar por un sueño”. Se sale por lo que tanto se ha entrenado, vivido y sufrido durante estos meses. La presión en el deporte siempre está presente. El nerviosismo seguro va a existir y es totalmente esperable, la diferencia estará en quien lo tolere mejor.

Sun Tzu en su libro 'El arte de la guerra' decía que “La guerra no se gana solo en las trincheras, o desde el aire con refinados y sofisticados sistemas de armas automatizadas; hay que ganarla también en las mentes de la gente, tanto en el bando propio como en el enemigo” y es totalmente aplicable al deporte. Si bien el objetivo de la guerra es matar, el objetivo del deporte es el control del pensamiento y la conducta de las personas. Esta especie de guerra psicológica la vivirán en su partido contra los All Blacks, quienes despliegan una  inteligente estrategia cuyo fin es poner distancia y atemorizar al rival, por medio de la utilización de su conocida danza del Haka.

Solamente el hecho de estar presente en el Rugby Championship ya es todo un logro. Es un principio para ir creciendo y consolidarse. Por algo están ahí, no es por casualidad, ni por suerte, ni porque alguien lo ha decidido a dedo. No dejemos de reconocer todo lo hasta acá logrado. Ya estamos compitiendo con los mejores. Esta fue y “es” la meta. En mejorar cada encuentro, cada partido. No desde la crítica y los bajones de ánimo, sino siguiendo hacia adelante y en mejorar cada día.

Lic. Julia Alvarez Iguña
Psicología aplicada al Alto Rendimiento

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