Julia Alvarez Iguña

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Lic Julia Alvarez Iguña

Vida Cotidiana

Psicología on Line

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Psicología aplicada al Golf

Mohammad Alí, ejemplo de confianza y superación



Uno de los deportistas que sobresalió por la seguridad en sí mismo, fue  el famoso Cassius Marcellus Clay Jr., mejor conocido como  Muhammad Alí.
Las demostraciones de su personalidad explosiva, junto a un espíritu arrogante y transgresor, no despertaban críticas, sino todo lo contrario. Fue tomado como modelo a seguir por su tenacidad y confianza, tanto en el ring, como en la vida.

Su historia no fue fácil. Si bien logró obtener el título de campeón del mundo de los pesos pesados, fue arrestado y declarado culpable, por su negación al ser llamado a combatir en la Guerra de Vietnam. Este incidente lo llevó a perder su licencia de boxeador, pero demostró una vez más, la fuerza de sus creencias indiscutibles, al decir que prefería quedarse en su país, luchando por su “ideal”: los derechos de la clase negra.

Su discurso demostraba la seguridad de sus palabras y la confianza en sí mismo, habilidad fundamental en la mente de un campeón.  Pero su mayor fuerza de residía en su irreductible autoestima, en la percepción valorativa que tenía de él mismo.


En los años 50 y 60, consiguió su record de triunfos, utilizando continuamente provocadoras frases en sus declaraciones como las siguientes:

» “soy rápido, soy guapo, soy el mejor”

» “cuando eres tan grandioso como yo, es difícil ser humilde”

» “para ser un gran campeón, tienes que creer que eres el mejor, si no lo eres, haz como si lo fueras”

» “si sueñas con ganarme, será mejor que despiertes y pidas perdón”

» “¿mis objetos favoritos?… los coches y los espejos”

» “busqué consejos y colaboración de cuantos me rodeaban, pero jamás su permiso”.

El fabuloso juego de piernas, su alta capacidad de resistencia y rápida respuesta ante sus rivales, se complementaba al entrenar totalmente enfocado en lo que hacía, lo que le impedía conectarse con el cansancio o el dolor. Según el profesor Roberto Quezada, quien ha dedicado más de la mitad de su vida a preparar campeones de boxeo, lo considera un atributo imprescindible para llegar a ser campeón,  porque, según dice, es ese amor, el que hace posible que el sacrificio del entrenamiento no se sienta como tal.

Los campeones son gente con una mentalidad sumamente positiva, tanto dentro como fuera del ring. Esa personalidad suele confundirse con arrogancia, como por ejemplo, la figura de Cristiano Ronaldo en el futbol, o Tiger Woods en el golf, o McEnroe en el tenis, quien no salía a ser simpático, sino a alterar la confianza del rival. Son deportistas enfocados en no fallar, preparándose mentalmente para la próxima jugada, sin pensar en lo pasado, ni en lo que está por venir. Luego de fallar un golpe o una combinación de golpes, el enojo dura poco, saben perdonarse, y su mente ya está preparada para el siguiente desafío.

Esto se refleja notablemente tanto en el deporte de los puños, pelotas o palos, raquetas, como en la vida de aquellas personas, que sólo están enfocadas en la certeza de la acción, sin calificaciones, críticas o evaluaciones. Si un deportista sube al ring, o entra en la cancha inseguro, es mejor que no compita, ya que de antemano su lenguaje corporal lo delata, y luego su mente lo derrota. Antes de subir al ring se le escuchó decir:  “Si sueñas siquiera con derrotarme, es mejor que te despiertes y te disculpes”,  Muhammad Alí fue un ejemplo al demostrar un nivel supremo de confianza en sí mismo. "Quise ser el mejor y a eso he dedicado toda mi vida”
Desde su difícil infancia en los suburbios de Louisville, Kentucky, se fue gestando una personalidad que no dudaba en la búsqueda de sus objetivos, y no paraba hasta conseguirlo. De familia humilde, de niño trabajaba para sobrevivir en un almacén. Su sueño era comprar una bicicleta azul. Luego de duros años de ahorro, logro comprar una de segunda mano.

Muhammad amaba esa bicicleta azul, y estaba orgulloso del esfuerzo logrado. Cierto día, se la roban. Recorre Louisville, su ciudad natal, de arriba abajo, buscándola desesperadamente. Nunca la encontró, pero esa imagen permaneció siempre en su mente. Es así, que cada vez que subía al ring, se decía. "Este es el que me robó la bicicleta". Sin darse cuenta, estaba utilizando habilidades psicológicas como la motivación,  donde no peleaba por el resultado de ganar, sino por su objetivo de logro personal.

La palabra "humildad" no existía en su mente.  No sólo golpeaba arriba del ring, sino también por medio de sus polémicos discursos y declaraciones, previas a los enfrentamientos, donde intimidaba a  todos sus rivales. "Cuando eres tan grandioso como yo, es difícil ser humilde”.


 Si hay algo que demostró desde sus primeras peleas, es que nunca se dejó derribar, por nada ni por nadie.

Lic Julia Alvarez Iguña

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