Julia Alvarez Iguña

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Lic Julia Alvarez Iguña

Vida Cotidiana

Psicología on Line

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Psicología aplicada al Golf

Nikefobia: Cuando se hace difícil cerrar un partido


Muchas veces hemos visto a grandes jugadores o equipos estar al tope en la tabla de posiciones y difícilmente mantener esa posición. El momento del cierre, de la definición, son los momentos más difíciles, los de mayor estrés y tensión. Es cuando la presión lucha por ser soberana y, en ciertos casos, hace falta un resto de fortaleza mental y potencia psíquica para poder controlarla. Esta situación despierta un proceso inconsciente que llamamos desde la psicología Nikefobia.
La Nikefobia es un fenómeno psicológico ligado con el miedo a triunfar, o como lo denominó S. Freud, el gran padre del psicoanálisis en uno de sus grandes escritos “Los que fracasan al triunfar”.

El nombre Niké, proviene de la diosa griega de las victorias, quien era capaz de correr y volar a gran velocidad. El hecho que siempre lideraba en competiciones atléticas, fue lo que inspiró al empresario Phil Knight, a nombrar así a su empresa de ropa deportiva. Su logotipo, la famosa ala o pipeta, está inspirado en la mitología y tomando un ala de la diosa Niké, la estiliza y es lo que solemos ver actualmente como marca identificatoria.Muchas veces he hablado de la baja tolerancia a la frustración, en aquellos deportistas que no soportan un error, una mala jugada o perder un partido. Son los que no toleran una pérdida que lastime su ego, respondiendo con la ira y el enojo.
Hoy en día, debido a la alta competencia, a las grandes sumas de dinero en juego, y a los valores impuestos desde la cultura del consumo y la inmediatez, es frecuente encontrarnos con un proceso contrario, donde mantenerse en lo alto cuesta demasiado, y se ve reflejado a la hora de cerrar un partido o campeonato. Ya no se trata del “miedo a perder”, sino de su contrario “el miedo a triunfar.”

Todos quieren ganar, eso es indiscutible cuando hablamos de deporte. Es un factor inherente a todo deportista. Pero cuando un jugador ve que sus sueños se van cumpliendo, donde ese ascenso es más rápido que su capacidad de elaboración y asimilación, cuando está más expuesto a la presión social, emergen miedos escondidos y latentes por conservar esa posición, por satisfacer ese deseo que pueda obstaculizar el encuentro con el placer y la satisfacción.

Según Steffano Tamorri en su libro Neurociencias y Deporte, define ”Nikefobia (succes phobia) como ‘miedo a la victoria’, y es un fenómeno por el cual el atleta rinde más en el entrenamiento que en la competición, falta sistemáticamente a los eventos deportivos mas importantes, y falla cuando está a punto de conseguir una victoria”.
Aclarando la definición sostengo que en el momento de poder demostrar todo su potencial y deseo por vencer, una fuerza actúa en contra, una gran descarga inconsciente de tensión invade el aparato psíquico, donde el jugador queda inhibido en sus funciones motoras, no pudiendo definir la jugada.

A veces, los deportistas comentan que no quieren perder, pero detrás de ese discurso es que no quieren ganar. Domina una resistencia a encontrarse con lo nuevo, ya que lo nuevo a veces asusta, y ante el temor a lo desconocido se culmina con la repetición de lo aprendido saboteándose a sí mismo.

Éstos son mecanismos inconscientes arraigados desde la infancia, donde siempre se jugó desde un lugar de acuerdo a las identificaciones primarias, repitiendo formas de pensar y actuar de acuerdo al rol en que fue colocado por sus padres.
. ¿Y para qué voy a estudiar, si todos me dicen que soy tonto?; ¿para qué voy a entrenar, si me dicen que nunca voy a llegar a ningún lado?; ¿para qué voy a jugar, si me dicen que soy un vago? ¿Para qué voy a ganar, si siempre fui un perdedor?

Estas y muchas otras creencias grabadas desde la infancia por personas significativas (padres, maestros, profesores, entrenadores), hacen que el sujeto juegue desde ese rol, actúe desde ese lugar, identificándose con lo escuchado, visto o hablado por personas importantes, dejando a un lado responsabilidades, tenacidad y sacrificio, y más aún “su propio deseo” por llegar a su meta.


Si bien la derrota es una pérdida difícil de sobrellevar, hay en ella implícita una resistencia o beneficio secundario, proceso por el cual se trata de llamar la atención desde lo negativo, dando pena, en una necesidad de afecto y cuidado, que quizás de otra manera no se hubiera conseguido.

Ganar implica profesionalismo, responsabilidades, esfuerzo y sacrificio. Involucra mayor cantidad de entrenamiento, mayor disciplina como asimismo coraje para jugar sin miedo a perder su objetivo y mantenerse en el mismo nivel o categoría.
Podría pensarse: “El jugárselas por algo”, pero desde un lugar formado por ideales propios demostrando garra, firmeza, no temblando el pulso en el momento de decisión pudiendo definir sin miedo a perder o a ser negativamente evaluado. Los grandes campeones, tienen gran capacidad de respuesta ante cualquier desafío. Van y se juegan por su objetivo, por su deseo.

La presión siempre va de la mano de nuestros pensamientos, y nosotros tenemos el poder de dirigirla. Nuestro “Yo” es el que posee esa gran capacidad sintetizadora y decide qué hacer según normas y valores propios. Ese proceso se podría postular desde la pregunta: ¿juego y gano para mí, por mis ideales, o para cumplir el deseo y la demanda de los otros y mantener a salvo mi ego?

La Nikefobia puede surgir también como consecuencia del aislamiento que debe sufrir un jugador cuando el éxito lo aleja de su vida cotidiana, de su familia y amigos más íntimos. Es la soledad del campeón, del ídolo que está arriba, y desea bajar a la vida común donde pertenecía.

La misma situación podemos observarla en otra cara del deporte, la de jugadores que viven siempre lesionados ¿Qué se oculta ante tanta repetición? En ciertos casos, el lesionarse es una forma de huir, de no involucrarse para no quedar expuesto ante tanta presión y expectativas de los demás. Es la defensa perfecta porque una lesión es real y no psicológica, pero tiene su origen en la psiquis.

Debo remarcar que estas conductas forman parte de un proceso totalmente inconsciente, donde el sujeto no es “consciente” de lo que le pasa, y sufre por la decepción ante la pérdida de lo logrado. Es una lucha de fuerzas encontradas donde por una parte se quiere ganar, pero por la otra perder.

La frase “Fácil es llegar, lo difícil es mantenerse” resume con claridad todo lo expuesto. Llegar implica responsabilidades y esfuerzo para conseguir día a día, partido a partido, el anhelado sueño de alcanzar la meta final que nunca se alcanza.

*A pesar de todo lo expuesto, debe quedar bien en claro que no todo es miedo a ganar y que también influyen factores exógenos como la estrategia, capacidad del rival, unión y cohesión del equipo, etc. Por lo tanto psicologizar todas las situaciones y creer que las responsabilidades se hayan unicamente en la psiquis es un error del cual somos conscientes los psicologos aunque no todos.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Anónimo Anónimo dijo...

Gracias por el artículo. Me ha parecido fascinante la explicación y muy lógica y correcta. Es del tipo de artículos que de pronto arrojan un luz intensa sobre aspectos desconicidos de uno mimso. No soy deportista, pero es que se aplica perfectamente a cualquier área humana.
Gracias

26/2/15 09:56

26/2/15 09:57